Mis superpoderes neurodiversos
ÁNGEL SALCEDO - Siempre he sentido que mi mente funciona de una manera un poco diferente. Mientras otros se pierden en conversaciones superficiales, yo me sumerjo en los detalles, analizando cada palabra y gesto. Esta capacidad de observación aguda me ha permitido desarrollar una memoria excepcional. Recuerdo fechas, nombres y hechos con una facilidad que a veces sorprende a quienes me rodean.
Además de mi buena memoria, tengo una gran capacidad para concentrarme en tareas específicas. Cuando me apasiona algo, puedo dedicar horas enteras a investigar y aprender sobre ese tema. Esta habilidad me ha llevado a desarrollar conocimientos profundos en áreas que me interesan, como la astronomía, la programación o la historia.
A menudo se dice que las personas con autismo tenemos una forma de pensar más lógica y estructurada. Esta característica me ha sido muy útil en mi vida diaria, ya que me permite organizar mi tiempo y mis tareas de manera eficiente. Soy muy metódica y detallista, lo que me convierte en una persona confiable y organizada.
Aunque el autismo presenta desafíos únicos, también me ha brindado una serie de fortalezas que valoro mucho. Mi mente neurodivergente es una fuente de creatividad y originalidad. Me permite ver el mundo desde una perspectiva diferente y encontrar soluciones innovadoras a los problemas.
En lugar de ver el autismo como una limitación, lo considero una parte integral de mi identidad. Mis habilidades únicas me han permitido alcanzar mis objetivos y encontrar mi lugar en el mundo. Y aunque no todos los autistas tienen las mismas habilidades, todos compartimos la experiencia de ser pensadores diferentes, con perspectivas únicas y valiosas.