Lo Ultimo

A nosotros, los autistas, se nos exige aceptar la ignorancia social



Vivimos en una sociedad que, en ocasiones, nos exige encajar en un molde preestablecido, ignorando la rica diversidad que nos define como seres humanos. Y es en este contexto donde los autistas nos vemos forzados a aceptar la ignorancia social, esa que nos tilda de inferiores, menos preciados e infravalora nuestras fortalezas.

Es hora de decir basta. Basta de permitir que la ignorancia defina nuestro valor. Basta de aceptar que somos menos por ser diferentes. Somos autistas, sí, pero también somos mucho más que eso.
Detrás de la etiqueta del autismo se esconde un universo de cualidades únicas:

Una mente brillante: Muchos de nosotros poseemos una capacidad intelectual excepcional, una mente capaz de analizar el mundo con una precisión y profundidad admirable.

Atención al detalle: Observamos el mundo con una mirada meticulosa, absorbiendo cada detalle y captando información que suele pasar desapercibida para la mayoría.

Memoria prodigiosa: Nuestra capacidad para almacenar y recordar información es a menudo asombrosa, permitiéndonos recordar fechas, eventos y datos con una precisión envidiable.

Pensamiento original: No nos limitamos a las ideas preconcebidas, nuestra mente navega por caminos menos transitados, generando soluciones innovadoras y creativas.

Pasión por nuestros intereses: Cuando encontramos un tema que nos apasiona, nos convertimos en expertos, acumulando un conocimiento profundo y una comprensión detallada.

Honestidad y transparencia: Somos personas directas y sinceras, valoramos la verdad y la autenticidad por encima de todo.

Ser autista no significa ser menos. Significa ser diferente, pensar de forma diferente, sentir de forma diferente. Y esa diferencia es precisamente lo que nos hace especiales.

No permitamos que la ignorancia social opaque nuestras fortalezas. Alcemos la voz y defendamos nuestro valor. Mostremos al mundo la riqueza que habita dentro de nosotros. Somos autistas, y estamos orgullosos de serlo.

No somos seres inferiores, somos seres diferentes. Somos una parte valiosa de la sociedad, con mucho que aportar al mundo. Es hora de que la sociedad nos vea como lo que somos: seres humanos únicos, llenos de potencial y con un gran valor que ofrecer.

Juntos podemos romper las barreras de la ignorancia y construir un mundo más inclusivo, donde la diversidad sea apreciada y donde todos, autistas o no, tengamos la oportunidad de brillar.

Atte Ángel Salcedo