Todavía queda un largo camino por recorrer
ÁNGEL SALCEDO - Es frustrante observar cómo algunas personas juzgan sin comprender la realidad de diversas problemáticas, no solo el autismo, sino también otras discapacidades que generan incredulidad y rechazo injustificado en muchos individuos.
En lugar de llamarlo falta de solidaridad, lo definiría como ignorancia y, en ocasiones, lamentablemente, una carencia de sensibilidad y empatía. Con frecuencia, escucho a la gente diciendo frases como "No parece autista" o "Tu Autismo debe ser muy leve".
Por eso, necesitamos sensibilización y lucha, verdadera sensibilización con los sentimientos, las emociones y la empatía. Sin usarla abusivamente como conceptos que están de moda, como bien decía el escritor Salvador Riera, poseen una (dis)capacidad, pero que también merecen que se les reconozca y respete, más allá que ver una persona con limitaciones, ver sus posibilidades en el día a día por habilidades.
Desde que fui diagnosticado Autista, mi objetivo principal es visibilizar el autismo y luchar por obtener las ayudas necesarias, tanto económicas como de servicios, para evitar sentirnos desamparados y tener que peregrinar entre especialistas e instituciones.
