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SÍ, SER AUTISTA ES MI IDENTIDAD





ÁNGEL SALCEDO - Ser autista es una faceta fundamental de mi ser, un caleidoscopio de experiencias únicas que colorea mi percepción del mundo. No solo me define, sino que impregna cada aspecto de mi existencia. El autismo no es una entidad externa que cargo como un maletín; es la esencia de mi ser, la melodía que compone mis palabras, mis pensamientos, mis sentimientos y mis amores.

Veo mi cerebro autista como un universo en expansión, un horizonte de sucesos donde todo se transforma con matices singulares. Es un territorio inexplorado, lleno de posibilidades infinitas que esperan ser descubiertas. Esta singularidad no me limita, sino que me impulsa a explorar la realidad desde ángulos insospechados, a encontrar belleza en lo cotidiano y a conectar con el mundo de una manera profunda y auténtica.

El autismo es el faro que ilumina mi camino, guiándome a través de las olas de la vida. No siempre es un viaje fácil, pero me ha enseñado la fuerza interior que poseo, la capacidad de resiliencia y la tenacidad para superar obstáculos. He aprendido a navegar las complejidades del mundo social, a construir relaciones significativas y a encontrar mi voz en un mundo que a veces no la comprende.

Cuando algunos me piden que no me defina por mi autismo, es como si me pidieran apagar mi faro, silenciar mi canto, negar una parte esencial de mi ser. El autismo no es una carga, sino un regalo que me permite ver el mundo de una manera diferente, apreciar la diversidad y contribuir a la sociedad con una perspectiva única.

Ser autista no significa ser menos humano. Significa ser humano de una manera diferente, con habilidades y talentos excepcionales que el mundo necesita. Es un llamado a la comprensión, la empatía y la inclusión. Es una invitación a celebrar la diversidad y a crear un mundo donde todos podamos brillar con nuestra propia luz.

Miro hacia el futuro con esperanza y optimismo. Un futuro donde el autismo no sea visto como una condición que limita, sino como una fuente de fortaleza y potencial. Un futuro donde las personas autistas sean valoradas por sus aportes únicos y tengan las oportunidades para alcanzar su máximo potencial.

A todos aquellos que se identifican con el espectro autista, les digo: Sean orgullosos de quienes son. Abracen su singularidad y brillen con la luz que solo ustedes pueden emitir. El mundo necesita su voz, su perspectiva y su talento. Juntos, podemos construir un futuro más inclusivo y radiante para todos.